¿Serías capaz de inventarte tu titulación en medicina? ¿Conseguirías hacer creer a todos tus allegados que trabajas en una institución como la OMS? ¿Podrías hacer creer a tu mujer e hijos que tienes que viajar regularmente fuera de tu país? ¿Engañarías a tus conocidos asegurándolos que tienes acceso a una vacuna contra el cáncer para poder sacar beneficio económico de ello? Y lo más importante, ¿Serías capaz de mantener todas esas mentiras, toda tu vida, durante 18 años? Esta es la historia de Jean Claude Romand.
Jean Claude Romand nació el 11 de febrero de 1954 en la pequeña ciudad Lons-Le-Saunier en el este francés, cercana a la frontera suiza. Su infancia no fue distinta a la de cualquiera de nosotros. Muy buen estudiante, no aficionado a los deportes y sin ningún síntoma de tener algún desequilibrio mental que pudiese llamar la atención a sus padres o profesores.
Una vez acabada la escuela elemental y el instituto donde también consiguió buenas calificaciones, decidió matricularse en la carrera de medicina. El primer curso lo pasó sin problemas y el comienzo del segundo también fue normal. Hasta que el día de su examen de Fisiología de 2º no oyó el despertador y no fue a realizar su examen. Ese día marcará el resto de su vida. En vez de reconocer su error y prepararse para las recuperaciones decidió hacer creer que había aprobado su examen.
Ningún compañero de clase se dio cuenta de que eso era mentira al ver las listas. A partir de ahí ideó un plan para mantener su embuste. Se encerró en casa dejando de acudir a la Universidad; dedicándose a leer periódicos y ver la televisión, engordó hasta 20 kilos y en esas fecha se enamoró de su prima lejana Florence, con quién posteriormente llegó a casarse.
Pasados varios meses su mejor amigo Lucas decidió ver que le pasa a Jean Claude visitándolo en su casa, momento en el que Romand se inventó su segunda gran mentira; hizo creer a Lucas que padecía cáncer y por eso no había acudido a la Universidad en unos meses. Esta mentira decidió mantenerla también con sus más allegados y además usarla para dar pena a Florence e intentar enamorarla. Eligió el linfoma como enfermedad, ya que ésta le permitía tener periodos de bajón y periodos en los que no notase ningún síntoma.
En los siguientes años cambió por completo sus horarios en la Universidad para pasar totalmente desapercibido y así mantener mejor la mentira inicial, a la vez que va a acrecentandola. Comunicó a todos sus amigos que aprobaba las asignaturas y que había recibido una beca del gobierno francés para poder acabar sus estudios. Iba todos los días al vestíbulo de la Universidad, aunque nunca llegó a entrar en las aulas.
Falsificaba los documentos de las notas para enseñar en su casa y siguió estudiando todas las asignaturas para poder conversar de todos los entresijos de las clases sin levantar sospechas. Así consiguió vivir entre 1975 y 1986, momento en el que decidió "acabar" su carrera y comunicar a los suyos que había recibido una beca para trabajar en la sede de la OMS que hay en Suiza, a escasos kilómetros de la ciudad donde vivía.
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